Uso de materiales protésicos en la cirugía de la hernia inguino-crural.
ComiteNetMD
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20 jan, 2025
RESUMEN
Se analiza la evolución de la cirugía de la pared abdominal desde la perspectiva de mi propia experiencia como residente de cirugía, entre finales de los años ochenta e inicio de los noventa, y tras más de treinta años de práctica hospitalaria, veinte de los cuales dedicado específicamente a la cirugía de la pared abdominal. El drástico cambio experimentado desde las técnicas de reparación anatómica al uso generalizado de las prótesis, la progresión de la técnica estándar con vía de abordaje anterior hacia la reparación protésica en el espacio de Bogros, con una tendencia imparable hacia la instrumentación sofisticada de esta cirugía en una patología, la de la hernia, de gran prevalencia y la más frecuente en el ámbito de la cirugía general.
INTRODUCCIÓN
No es mi intención escribir sobre la evolución histórica del tratamiento de la hernia inguino-crural, ya existen suficientes documentos que reflejan con detalle la evolución de esta cirugía, así como la de la anestesia y los materiales protésicos empleados para tratar esta patología tan prevalente (1), sino reflejar mi experiencia personal como cirujano en esta práctica de la reparación herniaria desde finales de los ochenta, cuando inicié mi formación como residente de cirugía, hasta la actualidad como responsable de una Unidad de Cirugía de la Pared Abdominal. No obstante, creo importante recordar el momento en el que se inicia la cirugía sin tensión y con refuerzo de una malla sobre la zona inguino-crural, en la Francia de los años cuarenta del siglo pasado y que ha marcado la línea de trabajo que, aún hoy en día, sigue desarrollándose en la reparación de las hernias. A Eugéne Acquaviva (Figura 1), hijo de un eminente cirujano de Marsella, debemos la genialidad de la reparación herniaria libre de tensión, con la introducción de un polímero sintético, el nylon, desarrollado en 1933 para uso bélico como material para la fabricación de paracaídas y cuerdas. Acquaviva empleó láminas reticuladas hechas con fibra de nylon en la reparación de hernias incisionales, hernias diafragmáticas y, por supuesto, hernias inguinales. El diseño de la malla ideada por Acquaviva ha llegado hasta nuestros días sin modificaciones y se utiliza en las técnicas más empleadas, con o sin plug añadido (Figura 2).
Publicó su experiencia con esta técnica en 1944, señalando que dejaba el defecto intacto, sin cerrar, y reforzaba la zona mediante la prótesis que debía ser más grande que el defecto y con poros no demasiado pequeños a fin de que se facilitara la integración del material al lecho tisular (2). Cinco años más tarde presentó su experiencia con 70 casos en el LII Congreso Francés de Cirugía (París, 1949), incluido un caso de hematoma infectado que curó con la escisión parcial de la malla. En 1959, los cirujanos franceses Zagdoun y Sordinas presentaron en la Academia Francesa de Cirugía una serie de 200 casos de hernia inguinal reparadas según el método de Acquaviva, hoy conocido como técnica de Lichtenstein (3). Ese mismo año, Sordinas presentó su tesis doctoral sobre este nuevo método de operar las hernias sin tensión tisular (4). Los cirujanos franceses, no obstante, ignoraron esta nueva técnica y siguieron operando con los métodos de reparación tisular. Los fundamentos de la técnica sin tensión que inició Acquaviva encontraron eco en los trabajos de Henry R. Fruchaud (Figura 3) y Francis C. Usher, además de en los de Jean Rives, René Stoppa, George E. Wantz y, en la actualidad, en todos los cirujanos que tratan las hernias y eventraciones mediante acceso endoscópico o laparoscópico.
Ángel Zorraquino González Cirugía General y del Aparato Digestivo. Jefe de la Sección de Cirugía de la Pared Abdominal y CMA.
Hospital Universitario Basurto. OSI Bilbao-Basurto/Osakidetza. Bilbao, España
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